viernes, 9 de marzo de 2018

Cuervos en las ramas



A la mañana repentina
abrí los ojos nebulosos.
Inundome las pupilas
un paisaje tenebroso.
Luz mortecina
que es jaula
de mis anhelos y mi vida.

Dos cuervos en las ramas
se ríen de mi desdicha
y también de mi desgana.
Me recuerdan con su parloteo
que soy culpable de mi tristeza,
que pendo de un aleteo
que si paro, me muero.

Como dedos invisibles,
como gusanos en mi pecho,
la presión se hace más fuerte
ante todo lo que he hecho.
Pero no hay dudas. No hay suerte.
No hay miedo. Solo presente.
El futuro ya no existe,
el ayer no importa nada,
solo luz de muerte, fina lluvia
y esos cuervos en las ramas.





1 comentario:

  1. Solo presente y quizá sea así, pues el futuro siempre acaba siendo primero presente e inmediatamente pasado.
    Saludos poeta

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