domingo, 23 de enero de 2022

Demonio cobarde

 Te escondes entre los recovecos de mi alma

al acecho, aguardando ese momento de flaqueza y debilidad

adecuado para aplicarme tu tormento, el tormento del recuerdo y la agonía,

la vida infeliz, una sonrisa.

Te escondes de mi vista, demonio cobarde, 

hasta que no tienes el foco encima y entonces...

Entonces me atacas, a traición,

por la espalda.

Líneas que jamás serán leídas por vergüenza, por pena

por puro patetismo

innata apatía reforzada, no aprendida

y en la cima del pozo, que es alto solo si se está al fondo

la mirada devuelves, navaja afilada de rencor.

Demonio cobarde, me pillaste de nuevo

con la guardia baja.

Pero hoy no será el día que esperas, 

que yo también espero. Hoy no.

Hoy me di cuenta a tiempo, 

cuando tu puñalada certera comenzó a hendir mi pecho.

Hoy no ganas, demonio cobarde.

Mañana, ya veremos.

sábado, 15 de enero de 2022

Alas de barro

No son buenas, 

no me alzan del suelo,

no me sirven para volar.

Siempre me dijeron

 que no era como los demás.

"Tienes brillo, genio,

eres alguien especial".

Verdades a medias,

o mentiras con algo de verdad.

No brillo, es el reflejo de mis anhelos,

de lo que no alcanzaré jamás.

No hay genio en mí, 

es egoísmo nada más.

Soy especial... especialmente malo

y especialmente para los demás.

Me pregunto si en algún momento les hice caso

¿fui tan tonto quizás?

Es sentido mi arrebato

de agonía sin freno,

de no tener terreno,

tras cada paso que manché

sin piedad ni respeto 

ese cómodo suelo

que rechacé sin seso

que dejé lejos, por volar libre

en el cielo estrellado

sin saber por ignorante,

que jamás será por mi hallado

cuando dejen de elevar mi ego

cuando se deshagan al viento

cuando se pudran junto a mi legado

estas alas de barro.