lunes, 30 de agosto de 2021

Rata envenenada

Esto era una rata triste y solitaria a la que unos científicos inyectaron un potente veneno para estudiar sus efectos en el cuerpo.

Día y noche, tardes y mañanas, la rata gemía y lloraba, se retorcía de dolor y se revolcaba, ¡ay! Cómo se revolcaba en su propia inmundicia...

"¿Por qué es mi vida tan miserable? Señor, de un modo u otro, quiero que esto se acabe." Rezaba.

Viendo que la rata no se moría por sí sola, los científicos decidieron tirar al roedor dentro de un cubo lleno de agua, esperando que se ahogara. Lo que pasó les sorprendió sobremanera.

Cuando la rata se vio rodeada de líquido, hundiéndose inexorablemente en el cubo, empezó a chillar con más fuerza y a patalear, haciendo todo lo posible por mantener a flote la cabeza. Los científicos pensaron que solo era un reflejo, que pronto perdería las ganas de seguir viviendo pero, por más minutos que pasaban, la torturada alimaña seguía moviendo sus patitas con incansable eficacia, apenas lo justo para que su morro sobresaliera y pudiera respirar.

Los científicos decidieron sacar a la rata del agua y esperar a que se recompusiera. Tras varios instantes de sonoros jadeos, le preguntaron.

"Dinos, rata miserable, ¿por qué no te has hundido? ¿No era eso lo que querías, acabar con el suplicio? Entonces, ¿a qué se debe esa férrea insistencia por agarrarte a la vida?"

A lo que la rata de vida miserable, angustiada, exhausta y dolorida por el veneno, contestó.

"No tengo ni idea. Pero, si volvéis a echarme al cubo, actuaré de idéntica manera."



Si paras, mueres.



martes, 3 de agosto de 2021

Qué podría haber sido

 ¿Qué podría haber sido? Podría haber acabado de jugar al pádel, haberla avisado, haber hablado de lo bien que he jugado y lo que me ha gustado, preguntarle qué tal el día, cómo se sentía por la vacuna, qué tal en su trabajo... ¿Qué podría haber sido?

Podría haber sido calor, interés, hablar con ella. Cariño. Decirle que la quiero, que a ver si este sábado finalmente no trabajo y podemos hacer algo, pero que igualmente me voy a dormir con ella aunque trabaje, que eso seguro.

Esto no me está haciendo bien.

¿Qué podría haber sido? Podría ser un poco feliz, que hubiera algo de luz. Podría haberle contado mis inquietudes con mi padre y con mi casa, lo que tengo que hacer mañana. Podría haber sido apoyo, comprensión...

Me duele. Me escuece mucho.

En su lugar, ha sido un buen partido de pádel, tomar algo con los rivales y volver a casa, solo y triste, flagelándome y dañándome. Podría haber sido sol, pero es luna, o ni siquiera, la oscuridad que rodea un cielo sin astro aparente en el firmamento. 

Lo has elegido, es lo tuyo. Casa fría y sola. Dolor. Tristeza. Lo que tienes que hacer. Lo que te mereces.

Esto no me va a hacer bien, a no ser que me fuerce a que así sea. Veamos. 

Buen partido, Dani. Buena vida, payaso. 

Mañana, por lo menos, trabajo. Necesito estar cansado para huir de mis pensamientos.