El hotel Cherryngtown de San Francisco es uno de los más
lujosos y selectos de la ciudad. Se trata de un coloso de 23 pisos de exceso y ostentación, regado por las
magníficas costas del lago Merced. Es aquí dentro donde se suceden las
aventuras de Lack y Buddy, los adorables gemelos rubios de mejillas sonrojadas
que todo el mundo adora.
Primer acto
Recibidor del hotel.
Se trata de un espacio amplio y decorado de rojo con sillones de cuero y un
mostrador de caoba vacío. Al fondo, se hallan varios carritos aleatoriamente
colocados y figurantes haciendo como que hablan o que miran cosas en mapas que
en realidad no tienen nada escrito.
Lack y Buddy entran a
escena, dos gemelos rubios de 12 años con la misma ropa deportiva, pero de
diferente color: rojo y azul. El público aplaude.
BUDDY: Madre mía Lack, qué hambre tengo…
LACK: Ya. El rugido de tus tripas me ha despertado esta
mañana.
Risas enlatadas.
FIGURANTE 1 (pasando
con un carro lleno de maletas vacías): Y a mí.
Risas enlatadas.
Entra en la sala una
mujer de 50 años. Las múltiples operaciones de su cara hacen que aparente ser
una persona de 40 que se recupera tras haber sufrido un accidente de tráfico
sin casco. Sujetando su brazo, un hombre fornido y velludo la acompaña.
LACK: Hola mamá.
MAMÁ: Hola chicos, ¿cómo estáis? Os presento a Robert.
ROBERT (con un marcado
acento ruso): Hola muchachos.
BUDDY: Vaya, vaya… ¿es tu nuevo, ya sabes…? (guiña un ojo).
Risas enlatadas.
La mujer hace
aspavientos con las manos.
MAMÁ: Oh, no, ¡qué va! Robert sólo es un amigo que va a
ofrecerme un trabajo.
ROBERT: Así es.
MAMÁ: Chicos, no quiero ocultaros nada: los abogados de
vuestro padre han conseguido que se acepte su recurso de apelación, así que no
va a mandarnos más dinero. Por suerte, antes de teneros yo era una actriz
famosa. Podré mantenernos.
ROBERT: Tengo grandes planes para ella.
MAMÁ: Bueno, nos tenemos que ir. Sed buenos.
LACK: ¿Acaso lo dudas?
Risas enlatadas.
Antes de que la mujer
salga por la puerta del hotel, entra a escena Lucy, una joven niña rica
extravagante y poco hábil de pensamiento, aunque afable y extrovertida.
LUCY: Hola señora madre de Lack y Buddy.
Risas enlatadas.
MAMÁ: Hola Lucy, ¿cómo te va?
LUCY: Mal. Mi papá acaba de decirme que si no encuentro un
trabajo dentro de 15 días cancelará mi tarjeta VISA platino. ¡Qué mal! Tendré
que conformarme con la de oro, ¡como una pobre!
Risas enlatadas.
MAMÁ: Sí, eso sería horrible… en fin Lucy tenemos que irnos
ya.
LUCY: ¡Espera! (se
acerca a la pareja) ¿Es tu nuevo, ya sabes…? (guiña un ojo)
Risas enlatadas.
MAMÁ (con cara de
circunstancias): No, Lucy, es sólo un amigo que va a ofrecerme un papel.
ROBERT: Tengo grandes planes para ella. ¿Nos vamos o qué?
MAMÁ: ¡Hasta luego!
La pareja se marcha.
Lucy pasa junto a los gemelos.
LUCY: Hola Lack. Hola Buddy.
BUDDY: Hola encanto (levanta
las cejas).
Risas enlatadas.
LUCY: Oh… ¡qué mono! Pero ahora no tengo tiempo para hablar
con vosotros. He de llamar a mi abogado para que haga cosas de bancos. Es un
señor un poco raro. Huele a pis.
Risas enlatadas.
LUCY: ¡Nos vemos!
Sale Lucy. Entra a
escena Bosby, el encargado del hotel, un hombre de mediana edad calvo como una
bola de billar. Junto a él camina un jeque árabe ante el cual se humilla.
BOSBY: Lo siento mucho, sultán Aj Ra Himily, no volverá a
pasar, se lo aseguro, le daremos habitaciones gratis para los próximos…
AJ RA HIMILY (con
marcado acento árabe): Ya lo creo que no volverá a suseder… ¡Como que nunca
más volveré a este hotel! Mis esclavos vendrán a recoger mis cosas de
madrugada. Espero que esté abierto.
BOSBY: Sí sultán, así será sultán, lo siento mucho sultán…
El hombre árabe se
marcha. Bosby se vuelve hacia los gemelos.
BOSBY: ¿Sabéis quién era ese hombre?
Los gemelos se encogen
de hombros.
BUDDY: ¿Un rey mago?
Risas enlatadas.
BOSBY: Se trataba del jeque árabe Aj Ra Himily, o como se le
conoce en los países de oriente, “el Sultán”. Posee una importante porción de
los derechos petrolíferos del norte de Siria e iba a invertir una considerable
cantidad de dinero en nuestro hotel, pero antes quería pasar una noche sin
incidentes… aunque, al parecer, eso no va a pasar, ya que “dos niños no
identificados” han abierto un extintor dentro de su habitación y su camello
favorito ha muerto intoxicado. ¿Sabéis algo de esto?
Los gemelos se miran
entre sí.
LACK (con actitud
infantil): ¿Nnnnnnoooooooouuu…?
Risas enlatadas.
Bosby se encoje de
hombros.
BOSBY: En fin, supongo que lo hecho, hecho está. Son cosas
de críos.
Bosby se marcha.
LACK: Menos mal que aún somos adorables y nuestra impulsiva
conducta pueril no es sancionada.
BUDDY: Sí… ¡eh! ¿Y si cambiamos los números de todas las
habitaciones entre sí? ¡La de la limpieza se volverá loca!
LACK: ¡Covabunga!
Risas enlatadas.
Final del primer
acto
Segundo acto
Han pasado 6 años
desde que dejáramos a nuestros entrañables protagonistas… y han crecido. Los
gemelos se encuentran en el mismo recibidor del hotel, notablemente más
destartalado y ruinoso de lo que fuera antaño.
Los chicos también han cambiado. Lack tiene
media cabeza rapada y teñida de blanco, varios piercings en la cara y le falta
un cacho de oreja; por su parte, Buddy parece haber envejecido 20 años de
golpe, con el pelo grasiento y destartalado y una barba descuida e irregular.
BUDDY: Ey, Lack, ¿cómo te va colega?
LACK (mientras se saca
un cigarro del bolsillo): Mal Buddy, tengo un problema. Necesito pasta o
unos amigos de un amigo me cortaran los dedos de la mano derecha. ¿Tienes algo
suelto por ahí?
BUDDY: Qué va, tronco. Los abogados de Lucy insisten en
sacarme toda la pasta que gano como repartidor de pizza o si no me llevarán a
los juzgados para obligarme a hacerme la dichosa prueba de paternidad.
LACK: Jo tío… ¡qué palo!
Entra a escena la
madre de los gemelos. Si su hijo parece haber envejecido 20 años, en ella el
tiempo ha transcurrido al menos el doble de rápido. Sus arrugas están tensas
como sogas, su pelo es un cenicero sobreocupado y sus ojos son vidriosos
estanques, muertos ya hace tiempo. De su brazo cuelga un joven de tez morena,
con perilla, bigote y una coleta.
MAMÁ: Hola chicos, os presento a Esteban. Es mi nuevo novio.
ESTEBAN (con marcado
acento irreconocible): Ssszí…
MAMÁ: Chicos, voy a trabajar. Esta vez sí que sí, este señor
me va a convertir en una estrella.
ESTEBAN: Claro qué ssszi, Svetlana.
MAMÁ: Me llamo Marion.
ESTEBAN: A ellos no les importa.
La pareja se marcha.
BUDDY: Qué palo… me da que la vieja tampoco va a darte el
dinero.
LACK: Espero que por fin encuentre al hombre de su vida. Ya
van 6 esta semana. Pero yo necesito la pasta ahora…
BUDDY: ¡Eh! Se me ocurre una idea. Es un negocio de calidad,
seguro y sin ningún riesgo.
LACK: ¿Cuál?
BUDDY: Plantar psicotrópicos y venderlos. Tengo un colega
que nos conseguiría buena mercancía.
LACK: ¡Sí! Y podemos usar el despacho de Bosby para
cultivarla. Desde que las ventas del hotel cayeron un 312%, ya no lo usa casi
nunca.
BUDDY: ¡Covabung… acccjjjjaaaa, accccjaaaa…! (después de dos carraspeos ásperos, el chico
esputa un denso moco gris).
Risas nerviosas.
Final del segundo
acto
Tercer acto
Recibidor. Dos agentes
de policía se llevan esposados a sendos gemelos. Siguiendo el proceso con su
ceñuda mirada, un Bosby demacrado, ojeroso y con profusas manchas negras en la
piel, retuerce un pañuelo entre las manos.
BOSBY (gritando,
visiblemente alterado): ¡Ya estoy harto de vuestras gilipolleces!
Llévenselos, agentes.
BUDDY: Vamos Bosby, no seas así, enróllate. Han sido muchos
años juntos.
BOSBY: Sí, 6 años. Y 3 embargos. Y 4 infartos. Al principio
animé vuestras gamberradas pensando que eran cosas de niños, pero me equivoqué.
Sin un referente claro, ni materno ni paterno, vuestras acciones han ido
evolucionando hacia algo mucho más turbio y descontrolado. Os habéis criado sin
educación ni respeto por las normas sociales, y al final habéis ido demasiado
lejos. Pero no eludo mi parte de culpa como adulto responsable, ya que al reír
vuestras gracietas, tanto yo como el resto de nosotros, reforzamos una conducta
destructiva, impulsiva y narcisista, que finalmente ha desencadenado en esta
situación. Me siento mal y triste, pero mi corazón ya no puede más. Llévenselos
agentes, llévenselos lejos de aquí, en donde su oscuridad no nos amenace, en
donde se les pueda volver a meter en el cauce de la sociedad. Yo he fracasado.
Los guardias tiran de
los detenidos.
LACK: Joer Bosby, tú ya no eres colega.
Ya nadie ríe.
Fin del tercer acto
Epílogo
Después de pasar 3 años en prisión, Lack fue excarcelado.
Los matones que le acosaban dieron con él rápidamente y realmente fueron los
últimos en hacerlo, al menos hasta que 12 años después se encontró su cabeza en
un vertedero de Coahuila, México.
Tras 4 años y medio encerrado por mal comportamiento, Buddy también fue absuelto.
Incapaz de superar las desapariciones de su madre y su hermano, y tras los
múltiples abusos sufridos durante su estancia en prisión, el chico se sometió a
una controvertida operación de cambio de sexo. Ahora trabaja como stripper en
un club de carretera. Su hijo no sabe que existe.
La empresa del padre de Lucy fue intervenida por la Interpol
por usar niños de Tailandia como mano de obra. Su familia perdió todo el dinero y
tanto la chica como su hijo acabaron en la calle. Tras una temporada viviendo
debajo de un puente, después de demostrarse incapaz de tener ningún trabajo
honrado por su acusada carencia de habilidades, acabó donde acaban todos los
despojos sociales: trabajando en Telecinco. La audiencia la odia. Su hijo la
odia. Ella permanece congelada en una cámara frigorífica hasta que la sacan de
su letargo para el siguiente programa.
A la madre de los gemelos nadie la ha vuelto a ver.
Bosby se declaró en banca rota, abandonó el hotel y se fue a
vivir a una montaña de Idaho, en donde vivió de la naturaleza hasta que unos
cazadores le confundieron con un reno. Murió feliz.
“La educación es la manera que tenemos de sobrevivir
a la muerte a través de nuestros hijos”.
FIN
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